lunes, 6 de julio de 2015

Sin garantías

Y la vida se iba despacito, también este lunes, como para convertirlo todo en un letánico sufrimiento como si no fuera suficiente la espera, los adiós y los "no puedo". Se encontraban sin premeditarlo mucho, se desvestían como si en eso desenterraran un recuerdo pasado, de alguna otra vida donde también se besaban mucho, hasta que los labios y las pieles ardían de delirio. El pelo suelto, cayendo a propósito sobre la espalda, los labios, las mordidas, los recuerdos de lo que sucederá mañana contaminaban atmósferas, acaso sin pedir permiso, porque para el amor no se pide permiso. Y la pasión llenaba la casa, enrareciendo todo y haciendo florecer los lirios de mis sueños. Como quien sabe los efectos secundarios que causa no prometiste nada y lo peor, me gustó así, sin papeles firmados ni garantías de un happy end.

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