jueves, 31 de marzo de 2016

Jueves

No tengo la certeza, la gente un buen día decide que es tiempo de partir. Alejarse de lo conocido siempre acarrea miedos y por supuesto, mucha esperanza en el amanecer cuando se trata de las atmósferas soñadas. Ahora mismo es medianoche en París, aquí cerca un pájaro canta la desentonada melodía que no acaba de aprender. Frenético, triste y medio muerto de sol persiste en la contaminación de oídos pero no tiene tiempo para ensayar su canción. A los espectadores tendrá que bastarles la oportunidad inédita de asistir a su des-concierto. Aquí estoy yo... a pocos metros del pájaro desentonado. Me conformo con las escasas y turbias notas que entorpecen mi aire. Hoy mismo, mientras todavía es medianoche en París procuro la abstracción a través de mis letras. Otras veces lo he dicho, odio los jueves.