Ahora me doy cuenta... te has ido a otra galaxia donde no puedes oír si te lloro. De cualquier modo pides permiso, al menos por las noches, para colarte en un pedacito de mis sueños. Desde luego, te quisiera de cuerpo presente pero me resigno o me resi... a los muchos días que pasaan sin verte porque aunque a veces te veo, no eres el mismo tú que cuando estabas a mi lado. !Qué cabrona la vida! Se pone a desdibujar tu recuerdo, pero se queda atónita ante mi falta de modales porque no me da la gana de borrarte y por eso mismo te escribo a todas horas en las paredes de otras galaxias, donde siempre llegas. He pensado buscarte en lo profundo y en la parte bajita, no sea que decidas quedarte a la sombra para que te encuentre más rápido, para que al fin me llegues..... como un premio.
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