viernes, 20 de noviembre de 2015

Despedidas

Un buen día terminas percibiendo, que la vida no es más que una despedida. La gente toma su rumbo aunque en algún momento, irreductible momento, pensaste para tus adentros que se quedarían para siempre. Ahora me entero, cuanto menos con tiempo, que otra de mis personas favoritas se va. Hace mucho que no la veo y nunca pude decirle que era una de mis personas favoritas, ahora de nada vale este intento de despedida, tan cursi y cutre como la palabra en sí misma. Y con todo el peso de la derrota, sobre mis hombros empiezan a dolerme tantas veces diciendo adiós. No espero ponerme muy melancólica, porque la melancolía ya es asunto de todos, nadie es exclusivo por ser melancólico y a mí me gusta lo sui generis, lo que se aleja de lo cotidiano, lo que no es “tostenemos”. Hoy no tengo fuerzas para exhortar a nadie, pero prefiero creer que la razón es el viernes, simplemente viernes y ya hoy no tengo fuerzas para nada muy triste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario