jueves, 12 de noviembre de 2015

Cumpleaños

Siempre creí que se trataba de un ardid de mercaderes, para vendernos los sueños. Conociendo a los compradores con exactitud premeditada desde sus tesis de grado, sabían ellos cuáles eran los más profundos anhelos. Antes de ti, me dejé la vida en regalos que perecieron. Ahora comprendo, ni tú puedes escapar de esa manía de la gente, de acaparar en el día de su santo estrellas y luceros. Hoy quisiera darte algo que pudieras guardar y preservar de contratiempos. No obstante, me contengo, no te doy todo mi amor esta mañana, me guardo un poco para cada noche so pena de que te aburras o te abrumes sin saber que hacer con tanto y tan buen sentimiento. Eres, como diría Melendi, mi armonía más pagana, mi suerte ante el contratiempo. Viajo desde mis lejanos lugares para entregarte cuanto tengo, no estoy segura de que sea motivo suficiente para hacer que te quedes conmigo, pero lo intentaré con todas mis fuerzas aunque signifique quedarme sin ellas en el intento posible de convertirte el 14 de noviembre en la persona más feliz, sin muchas pretensiones, al menos entre todas las que celebran su cumpleaños.

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