viernes, 30 de enero de 2015

Y me faltas

Como una ilusión... me doy cuenta de que me faltas y la atmósfera se enrarece al fin y al cabo porque por más que te busque no apareces. Acaso 14 años podrían parecer suficientes para el olvido, pocos sin embargo si en el camino (ahora en solitario) descubres que sobre todo, tienes que crecer (te) y ser lo mejor que puedes ser, lo mejor que otros esperan aunque eso signifique negarte a ti misma. En medio de mis avatares de Cenicienta sentí tu respirar cercano, tu risa inmolada en todas las risas, como transfigurados tus ojos me devolvían fuerzas luego de batallas desiguales donde me vislumbraba ganadora solo por el premio de tu aprobación bondadosa, inclusive si llegaba a casa con el segundo lugar. Te fuiste lejos de todo, al lugar donde se van los que ya no vuelven... lejos con las nubes, donde tus únicos sufrimientos son ahora mis pesares personalizados. Te extraño alto abuelo, tan alto que duele tu ausencia este 30 de enero, como aquel otro, hace 14 años.